Lagrimas de sangre

Nos vemos con tantos defectos, con tantos, que se nos hace imposible vernos en los espejos. Decimos que estamos bien, que no tenemos complejos, que somos perfectos; porque mentimos tanto. De puertas para fuera somos nuestra mejor versión de nosotros mismos. Pero al llegar a casa, ahí nos quitamos las cartetas y nos vemos tal y como somos, que si nos sobran o nos faltan unos kilitos, que si la regla nos a pasado factura y nos a traído mas granos de los que debería, que si mi pelo no es lo suficientemente largo.

Tan obsesionados estamos con cumplir unos cánones de belleza, que dentro de unos años habrán cambiado radicalmente. Porque somos la generación más estrambótica que va a ver en mucho tiempo pero a la vez la mas autocritica. Eso es lo peor, somos una generación que quiere destacar pero a la vez que si vemos que alguien lo hace; le criticamos tanto, pero tanto, que conseguimos que deje de ser ese ser único, porque seremos tan así.

Ilustraciones basadas en un a foto propia posando. Trabajo realizado con procreate, con diferencias sutiles entre una y otra, como puede ser el lineado.

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